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EL LORO DEL CHOCOLATE

septiembre de 2014

Aún estamos impactados por el terremoto Gallardón. No entro a analizar su legado que parece ser que no va a dejar demasiada huella en la historia (ley del aborto abortada, ley de tasas al quirófano, regulación del poder judicial a revisión…). En plena navegación se vio vendido y abandonado por el capitán del barco que le había encomendado izar una vela que él obediente e ilusionadamente tenía diseñada según modelo vintage. Solo en cubierta, autoinculpándose de no haber sabido interpretar las coordenadas que llevarían el barco a buen puerto, se declaró “marinerito en tierra”. ¡Qué buen grumete si hubiera buen patrón! Injusticias de la vida: uno es el que la caga y otro es el que se queda con el culo aire.
Pero no hagamos una tragedia de lo que no es más que una bufonada zarzuelera o más bien un cuadro de marianetas. Gallardón sabía perfectamente que el gobierno era un teatro de títeres en el que el artista estaba oculto tras la tramoya moviendo los hilos y la cruceta con la pretensión teatral de que los “niños” se creyeran que los disparates, los leñazos y las ocurrencias eran de aquellos muñecos que se despachaban a su aire. Y TODOS trabajaban con la hipótesis de que en este país la infantilidad era a perpetuidad, sin tener en cuenta que los mismísimos Reyes Magos ponen un límite prudencial a la creencia: llega un momento en que hay que reconocer que los Reyes son los padres. ¿Cuándo se nos va a confesar que las baladronadas de los ministros son teatralidades del guionista y realizador de la obra? No hay ley Wert, ni recetazo anamatero, ni gallardonadas, ni amnistías Montoro, ni multazos fernandinos…En el mundo de la farándula se parte de la premisa de que la dramaturgia es un juego y por eso al final de la función sale el titiritero a saludar y a desvelar el encantamiento. Pero en el teatro de la política se deja al muñeco colgado sin plasma que lo redima.
El Señor Gallardón, ingenuo él, se creyó eso de que Rajoy es previsible y viendo las barbas floridas de Wert, se olvidó de echar las suyas a remojar: el ministro de educación sin ser militante del PP, salió vivo de la plaza y por la puerta grande a pesar de la pañolada. Un galgo pura raza Gallardón, con treinta años de servicios de militancia, licenciado en mayorías absolutas, ¿cómo no iba a cortar oreja y rabo? Se fió, se arrimó demasiado y el pitón le fue a la ingle. Querido Alberto, cómo, siendo tan vivillo, no habías caído en que don Mariano es un camaleónico superviviente, caiga quien caiga, y sobre todo un buen gallego: conocido es que cuando te cruzas con un gallego en la escalera nunca sabes si sube o si baja.
Los que somos cándidos por naturaleza no comprendemos muy bien lo ocurrido en el consejo de ministro en el que se aprobó el anteproyecto de ley del aborto, un texto promovido y seguramente revisado por el presidente, discutido y aceptado por la mayoría de miembros del Consejo (¿es posible lo contrario?) y rubricado por el jefe del Ejecutivo (no importa cuál fuere el consenso de los ministros). Las malas lenguas (algunas bífidas) dicen que este cambio copernicano se debe a la coherencia política: en el programa electoral del PP no podía quedar ni UNA SOLA promesa cumplida. Desde la derecha mediática que siempre ha tildado a Rajoy de flojo, harta de que una y otra vez se la metieran doblada, acusa al Presidente de seguir a rajatabla las recetas diseñadas y cocinadas por su jefe de prensa (Jorge Moragas) y su consejero áulico (Pedro Arriola), sin atenerse a Razon-es, desconociendo el ABC de los principios democristianos, ni saber en qué Mundo vivimos. Los pretorianos decretaron: lex delenda est ( acabemos con la ley) y el césar extendió el brazo y giró la mano. El dedo pulgar invertido dictó el veredicto. El anfiteatro fue un clamor: los unos exultantes de alegría con sus pañuelos de color lila, los otros enfurecidos rasgándose las vestiduras y jurando que rasgarían también los votos. Y en medio del imperio de oriente (derecha) y occidente (izquierda) estaba el gran gladiador, solo ante el peligro y la historia. Redoble de tambores…El héroe de tantas tardes electorales habidas y presunto de otras muchas por haber, se la envainaba y decidía hacer una espantada en toda regla aprovechando el momento, el escenario del espectáculo y las parafernalias. Un acto de coherencia dijeron algunos, un gesto mínimo de dignidad lo calificaron otros, un cambio de rumbó confesó él. Y a tal extremo de gallard-ía llevó su arrojo que presentó la renuncia también a su acta de diputado. Pero chiquillo, ¿de qué vas a vivir ahora? Dices que te vas a dedicar a la familia. Supongo que a esas cosas de las tareas domésticas, de la compra, llevar y traer a los nietos del colegio (estoy hablando por hablar)… y nada más porque creo que no tienes en casa ningún gran dependiente. Yo creo que te convendría buscar un trabajillo compatible con la vida familiar.
Y Alberto Ruiz Gallardón que es un padre de familia responsable y sabedor de lo que cuesta sacar adelante una casa, lo tenía todo calculado. Renunciando a su acta de diputado se quedaba sin ningún cargo ni sueldo de la administración pública y podía por tanto ingresar de pleno derecho, como expresidentes de la Comunidad de Madrid que había sido, en el Consejo Consultivo de esta Comunidad: menos de media jornada semanal por la módica retribución de 8.500 euros al mes (más que el presidente que lo dejó a los pies de los caballos y bastante más de lo que cobraba como ministro a dedicación completa). Esto sí que es lo que se dice una faena de maestro, un plante torero digno de la Maestranza.
Hasta aquí se ha hablado del loro. Nos queda analizar el “chocolate” ¿ Qué es eso del Consejo Consultivo de la Comunidad…? Digamos que es una reserva de elefantes doradamente terminales que hacen el papelón de dar consejos a todo mundo. Por derecho de pernada hay dos miembros permanentes y vitalicios (expresidentes de la Comunidad), un presidente y secretario, más 8 consejeros electivos digitalmente entre los que pueden alegar haber sido:
-Alto Cargo de la Administración del Estado (de subsecretario para arriba).
-Consejeros y Viceconsejeros de la Comunidad.
-Presidente de la Asamblea de Madrid.
-Alcalde de Madrid (ya pueden imaginarse a dónde va a ir Ana Botella).
¿Quiénes son legalmente los beneficiarios de sus sabios consejos y de sus brillantes informes? Gobierno y Administración de la Comunidad, Corporaciones Locales, Universidades…Vamos por partes.
¿Necesita la Comunidad de Madrid esta sobredosis de consejas? Su gobierno cuenta con unos 139 altos cargos más todo un enjambre de chupópteros asesores como representan los18 coordinadores, 21 directores de área y 294 jefes de área, 30 asesores y 73 asesores técnicos, 10 jefes de gabinete y un director de gabinete, un jefe de prensa y ocho delegados de prensa. Todo esto sin olvidar los gerentes y la alta dirección de las 175 empresas públicas. ¿Verdad Esperanza que este suflé tiene todas las trazas de una “mamandurria”?
Corporaciones Locales: “pongamos que hablamos de Madrid”. El Ayuntamiento de la Corte y Villa de la Capital del Reino cuenta con 213 asesores a dedo, entre recomendados, recolocados, parientes de cargos políticos y militantes del PP. De estos 213 asesores, 85 son para Alcaldía y las áreas de Gobierno, 41 están adscritos a los distritos (que dependen del Ayuntamiento), 84 trabajan en los grupos municipales y 3 en la Presidencia del pleno. Pero no se vayan que aún hay más: las 21 juntas de distrito, además de los 41 asesores ya consignados, dispone cada una de un consejero técnico y un asesor técnico. ¿Si hiciéramos un barrido por todas las poblaciones de la Comunidad, a cuánto ascendería el cómputo de esta plaga de mosquitos tigre? ¿Tan cortos de mente son los gobernantes municipales que necesitan este complemento vitamínico del Consejo Consultivo?
Las Universidades: A modo de ejemplo citamos algunas de las universidades públicas de Madrid. La Universidad Autónoma cuenta con una Junta Consultiva, un Consejo Social, Comisiones y Oficinas de Apoyo. La Complutense dispone de 8 Comisiones de Gobierno. La Politécnica tiene un Consejo Asesor de Corporación y Grupos de Corporación. ¿Ocupada en leer tantos informes podrá la Universidad dedicar algún tiempo sobrante a programar enseñanzas e investigaciones?
Lo malo es que este entramado no es una tela de araña exclusiva y endémica de Madrid. Cantabria es la única Comunidad que sobrevive sin este Consejo Consultivo. Ante la denuncia de estos atracos a la hacienda pública, los defensores del establishment acusan a los denunciantes, de populistas y bolivarianos al considerar que estas cosillas son el chocolate del loro que prácticamente nada repercuten en la hambruna ciudadana. ¿Y si cambiamos de dieta a los loros y dedicamos el chocolate excedente a repoblar hospitales y centros de salud, a ampliar las plantillas de profesores, a hacer más viable y vivible la vida de los dependientes, por poquito que sea? Por probar no pasa nada. ¿Qué nos dirían si propusiéramos que a un trabajador despedido se le dejara una pensión vitalicia como a los expresidentes y otros especímenes aunque estén en edad productiva? ¿Se puede tener la cara de acusar de fraude fiscal a un parado que hace chapuzas, y mantener que no atenta contra la ética el privilegio de quien puede renunciar a un pluriempleo bien pagado porque sabe que el “papá estado” le ofrecerá automáticamente otro en condiciones ventajosas? ¿A un afectado por un ERE que una vez despedido lo readmiten con un nuevo contrato que supone perder la antigüedad, ver reducido el sueldo y aumentado el número de horas, se le puede explicar que es legal que alguien se despida de la empresa para reingresar en la misma con un sueldo mayor, menor responsabilidad y horario reducido? ¿Cómo se puede patrocinar la bajada de sueldos y a la vez castigar a un exministro a cobrar más sueldo que el presidente del Gobierno?
La verdad es que ya no sé si estoy hablando (quiero decir escribiendo) de chocolate o de mierda. Mientras redacto estas reflexiones, nuevas noticias me castigan el bazo con un dolor tal que me provocan el vómito: las “tarjetas opacas “ existen ( los más pesimistas las llaman “black”), las guerras “púnicas” no han acabado, una “enredadera” trepa por la piel de toro… No es de recibo que a los yayos se les niegue el chocolate de las preferentes y a los hipotecados una onza para evitar el desahucio, que se niegue el colacao a la hambruna infantil y a la anemia de los dependientes, que no haya nocilla ni en los bancos de alimentos…Mientras, hay quien se pasea por Bruselas, Suiza, Luxemburgo, Andorra, Canarias… poniéndose hasta el culo de bombones de toda clase: chocolate blanco, chocolate negro, chocolate con mala leche. Está claro que se trata de mierda.