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LAS COSAS DEL QUERER

diciembre de 2015

-Quiero acabar con TODA CLASE de armas de destrucción masiva aunque sean constitucionales.

-Quiero que mis tataranietos hereden un planeta tan azul como el que recibí de mis tatarabuelos.

-Quiero que la paz sea algo más que un alto el fuego.

-Quiero que la justicia sustituya a la beneficencia.

Quiero que todos los caminos se desvíen de Roma.

-Quiero que el 0,7 deje en evidencia el sinsentido de las concertinas, los muros y las cuotas.

-Quiero matar el hambre sin hacer uso de armas transgénicas  ni cicutas de clambuterol ni pócimas hormonales.

-Quiero que sea innecesario y extemporáneo el derecho de asilo.

Quiero que todas las religiones duden de los dioses y crean en los hombres.

-Quiero que la sonrisa de los niños sea declarada patrimonio de la humanidad.

-Quiero que la selva le gane la partida al asfalto y al cemento.

-Quiero que la solidaridad tenga dos manos: una para recibir y otra para dar.

Quiero que los salvapatrias sean blanco de flechas envenenadas.

-Quiero que me aclaren de una vez por todas si puede haber ricos sin que haya pobres.

-Quiero que Garbancito dé la talla.

-Quiero que pongan a la entrada de los paraísos fiscales un ángel exterminador.

-Quiero saber si Adán y Eva eran homo sapiens o neanderthal.

-Quiero que los toros bravos sean catalogados como animales de compañía.

Quiero amar la lengua y la cultura de mi prójimo como la de mí mismo.

-Quiero ser feliz por el simple hecho de vivir.

-Quiero que Magos Sin Fronteras saquen palomas blancas de las negras chisteras de los geopolíticos y de los geoestrategas.

-Quiero que ahora los niños nazcan con un pan y una escuela bajo el brazo.

-Quiero que instalen concertinas para impedir la fuga de capitales.

-Quiero que se derrumben los suelos hipotecarios y los techos de cristal.

-Quiero que se levanten barreras arquitectónicas para dificultar la libre circulación de capitales.

-Quiero que Alí Babá padezca una amnesia tal que le impida recordar el PIN y contraseña del acceso a la cueva del FMI.

-Quiero encontrarme en el camino con sacerdotisas, curas casados, monjas transexuales y obispos gays.

-Quiero que se sientan impotentes los prepotentes y avergonzados los que ostentan sabiduría excepcional.

-Quiero que todas las noches sean de vino y rosas con seguro de claro de luna y sin gatos pardos.

-Quiero que el artículo 135 de la Constitución sea declarado delito de lesa patria.

-Quiero acabar con la esclavitud de la imagen y la servidumbre del perfil y la gravitación universal de las tendencias.

-Quiero que los que miran por encima del hombro sean reducidos a la altura de los zapatos.

-Quiero que el demonio, el mundo y la carne se constituyan en Troika y nos rescaten.

-Quiero que las leyendas urbanas no acaben con la flora autóctona del Filandón.

-Quiero que cunda la sabia ignorancia de los que interpretan mal las declaraciones de los políticos.

-Quiero que a los especuladores siempre les falte el canto de un duro.

-Quiero que la sabiduría de las manos sea homologable a las elucubraciones de los intelectuales.

-Quiero que los Reyes Magos dejen de venir de Oriente y nos lleguen del sol, del mar y del viento con sus cofres limpios y renovables.

-Quiero que el Papa Francisco reconvierta las obras de misericordia en mandamientos blindados por la excomunión.

-Quiero que las mujeres rompetechos se reconviertan en astronautas que puedan alcanzar en paridad las más altas esferas.

-Quiero que la cultura habite más allá de las academias y de los registros.

-Quiero que los salarios no atenten contra la dignidad.

-Quiero que la igualdad y la valía sean unisex y transexuales.

-Quiero que el agua y el aire sean excluidos del derecho de conquista.

-Quiero que les tiemblen las piernas a cuantos se creen poderosos.

-Quiero borrar el VI y el IX de las Tablas de la Ley para reescribir: PAZ y AMOR.

-Quiero que la semilla del odio se la coman las aves del cielo o se agoste por la pertinaz sequía.

-Quiero que lancemos los palos de los selfis y abandonemos los teclados de la red para tocarnos y practicar el boca a boca y el boca-oreja.

-Quiero que el cielo se deslocalice del más allá.

-Quiero que las tareas domésticas sean también para los hombres “sus labores”.

-Quiero expropiar la moral a las religiones para edificar una ética cívica.

-Quiero presentar una enmienda a la totalidad contra las leyes del mercado.

-Quiero que nunca más se les diga a los pobres «bienaventurados” porque lo suyo es sobrevivir en el purgatorio sin indulgencia.

-Quiero seguir celebrando que cada día sale el sol.

-Quiero que haya más de mil verdades y alguna mentira que valgan la pena.

-Quiero que los pastores vean con buenos ojos a las ovejas negras.

-Quiero que la ternura no sepa de sexos.

-Quiero que no tengamos que esperar a la muerte para que los humanos seamos iguales.

-Quiero que el monje siga siendo monje aunque se quite el hábito.

-Quiero que el séptimo mandamiento especifique que la especulación, la explotación, la evasión fiscal, la doble contabilidad y las mordidas son pecados mortales de necesidad.

-Quiero que en todos los montes florezca el orégano.

-Quiero que los ciegos tengan buen ojo y los cojos dejen atrás su mala pata.

-Quiero que los ligeros de cascos se anden con pies de plomo.

-Quiero que el pan sea pan y el vino, vino.

-Quiero que el séptimo cielo sea incluido en el pack de las preferentes.

-Quiero que el libro de Familia cuente con un preámbulo que diga: la tierra no es herencia de nuestros padres sino un préstamo de nuestros hijos.

-Quiero que los dependientes proclamen la independencia de la República de su Persona.

-Quiero que sean  excomulgados los que bauticen el vino y los que repartan como  hostias las ruedas de molino.

-Quiero que los árboles dejen ver el bosque.

-Quiero que el zapatero se dedique a sus zapatos, que el barquero cuente con más de tres verdades, que el carbonero reniegue de su fe,  que el molinero advierta cuándo es harina de otro costal, que los sastres no se metan en camisas de once varas, que los sacamuelas se dispongan a hincar el diente, que los cantamañanas desentonen, que los peregrinos se nieguen a dar un paso atrás, que los pescadores sean vetados en los ríos revueltos, que los sabios sólo sepan que no saben nada, que las brujas y los piratas puedan ser buenos, que los venteros no den gato por liebre, que los Padres de la Patria sean sometidos a vasectomía, que a los armeros les salga el tiro por la culata, que los herreros sean alérgicos a los cubiertos de palo, que los registradores pierdan los papeles, que los barberos renuncien a echar pelillos a la mar y canas al aire, que los cronistas sepan que las palabras hay que cazarlas al vuelo, que los expertos convaliden las cuentas de la vieja, que los campesinos no se vean tentados a apostatar del arado, que los serenos se queden a la luna de Valencia, que las busconas dejen de encontrar piltrafas, que los delineantes topen con líneas rojas,  que los alfareros no tengan que pagar los platos rotos, que los cartógrafos se salgan del mapa, que los pastores puedan seguir las cañadas de la Vía Láctea, que los ricos hagan prácticas en el muladar de Epulón…

-Quiero que la Tierra de Fuego sólo esté en Chile y Argentina.

-Quiero que la paz de los cementerios alcance a los muertos de todos los colores.

-Quiero que los carreteros no tengan que jurar porque ya nadie les pone  palos en las ruedas.

-Quiero que el Viejo Continente sea la Europa de los Pueblos.

Quiero reducir mis necesidades hasta alcanzar la felicidad.

Quiero que la vida no siga igual.

-Todo esto y alguna cosa más que seguro que se me escapa, es lo que QUIERO.