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NO SE EN-ROLLE MONSEÑOR

abril de 2015

Monseñor José Ignacio Munilla, obispo de San Sebastián  ha publicado un libelo sobre el asunto más candente y preocupante para el pastor donostiarra:»Sexo con alma y cuerpo». ¿Qué le ocurre al episcopado español que anda a mal traer con las calenturas de sus ovejas, y para nada les ocupa ni les preocupa la sarna y las pulgas que las devoran vivas? Al leer la reseña del rosario de disparates se me ha venido a las mientes aquella expresión de mi pueblo: “Vuelta la burra al trigo”. No he podido aguantarme la indignación y me he puesto a paladear la flor y nata de la cosecha Munilla-2015.

Veamos estos diezmos y primicias:

– «La cultura del rollo, como se llama popularmente, de que ‘cada fin de semana me enrollo con uno o con otro’, genera muchas heridas y nos acostumbra a ser utilizados y a utilizar a los demás».
No se enrolle monseñor. Que el olor a oveja no se consigue por utilizar jerga cheli. El ferum de la grey  es la pobreza (salarial, alimentaria, energética, infantil, educativa, cultural…), los desahucios, la desasistencia de los dependientes, los recortes sociales, los recetazos, la violencia de género, el austericidio…Salga de las alcobas y profetice sobre esta plaga que se cierne sobre el pueblo de Dios. En ninguna encuesta aparece el sexo como una preocupación de la gente de a pie y menos aún de la que va en coche oficial y/o blindado. Pero, maestro, voy a entrar al trapo que me tiende mirando de hacer juego con los afeitados pitones que protegen mi sesera. La  cultura del rollo es tan digna de respeto y tan “peligrosa” como la de la castidad ultramontana. Cada cual tiene derecho a divertirse como quiere: escalando rocas, yendo de vinos, visitando museos o tocándose la barriga, la gaita o el órgano. Me parece muy bien que la iglesia católica elimine de la lista autorizada,  la opción de practicar sexo los findes salvo matrimonio canónico y previa renuncia al póntelo-pónselo. Amenace a sus fieles, señor mitrado, con excomuniones y castigo eterno (aprovechen la oportunidad antes de que el papa Francisco declare cerrado el infierno por quiebra teológica). Las personas adultas y con capacidad jurídica  somos libres y responsables de nuestras relaciones: todas son lícitas siempre y cuando respetemos los derechos inalienables del otr@. El machismo, la explotación sexual, la pederastia (“ignorada” por la jerarquía) son crímenes de lesa humanidad, como la explotación laboral (amparada por las leyes del gobierno democristiano que padecemos), la usura bancaria (protegida por el rescate bancario de sus correligionarios peperos), la pobreza infantil (contra la que lucha Cáritas, pero no las huestes de Rouco Varela), la humillación de los inmigrantes (infringida por un ministro de comunión diaria y rosario reglamentario)…Amplíe señor obispo los anatemas, por amor de Dios. Según sus teorías ¿se podría suponer también que la amistad  “nos acostumbra a ser utilizados y a utilizar a los demás»? ¿Es indigno el intercambio comercial,  los arrendamientos a medias, los bancos de tiempo, los kibutz y similares? ¿Son  repudiables los pactos de mutuo acuerdo entre personas libres, sin practicar el tocomocho ni “beneficiarse” de dar gato por liebre? ¡Cuántos matrimonios de conveniencia han bendecido sin rechistar ante una sociedad que obligaba a la mayoría de mujeres a solucionar su vida cazando un marido que pudiera alimentarla y al que debía ser sumisa en todo: coser, lavar, planchar y aliviar las necesidades maritales.! Ya que les parece oportuno dedicar tanto tiempo a pensar y predicar sobre el sexo, porqué no prorrogan la  jornada de reflexión para analizar otras hipótesis de trabajo: ¿no es posible que entre los que practican el “lío” haya gente que le guste compartir el gozo, que tenga la suficiente generosidad y sentido de la igualdad como para intentar satisfacer a su partener al mismo nivel e intensidad que ell@s felizmente alcanzan? Practicar el sexo libre (libremente aceptado) no creo que genere más heridas que cualquier otra decisión humana de interrelación personal. La Santa Madre Iglesia es muy libre de pensar que el sexo tiene tan sólo función reproductiva “tolerada” dentro del matrimonio. Pero no tienen derecho a recriminar (y menos incriminar) a quienes entienden que las relaciones sexuales son manifestaciones de la ternura humana practicables sin certificado previo ni hoja de ruta bendecida. Ni tampoco tienen bula para demonizar a aquell@s que conciben la práctica del sexo como un placer más de la vida que comparten con quien quieren: podemos recrear la vista con una obra de arte o un hermoso paisaje, nos es permitido saborear delicatessens y paladear buenos caldos, es recomendable ponernos a tono con músicas variorítmicas o sonidos y rumores de la naturaleza. Es saludable liberar nuestro cuerpo de las tensiones del stres, descargar los excedentes de adrenalina, pero los reverendos nos dicen que sólo dentro de un orden: hay músculos intocables y zonas de veda. ¿Por qué se empeñan tozudamente en hacer de esta vida un valle de lágrimas y deponer para la otra el disfrute y la felicidad? ¿A qué viene esa obsesión por la entrepierna? Nada de extraño tiene, pues, que se les queden vacías las iglesias y mermen los adeptos.

«Divertirse en clave de ‘lío’ es como ‘ir a buscar cacho’. ¿Cacho de qué? ¿De chorizo? ¿De morcilla? ¿De butifarra?”
Genial. ¿Ha consultado el diccionario de Ramoncín para definir la palabra “lío”? Esta copla, señor mío, no está en clave de sol ni tiene nada que ver con la música gregoriana. La gente tiene derecho a enrollarse cómo y cuando le apetece, para disfrute y paz de sus cuerpos y de sus espíritus. Es usted un obispo hipster, superguay y superjuvenil que domina la jerga:“ir a buscar cacho” Dice el libro del Génesis que Yahvé Dios en su infinita sabiduría consideró que no era bueno que el hombre (¿y la mujer?) estuviera solo y por eso le hizo una compañera, hueso de su hueso y carne de su carne, que acabó por llevarle por mal camino de modo y manera que el creador tuvo que arreglar su desaguisado castigándola duramente: “buscarás con ardor a tu marido que te dominará”. Palabra de Dios. De aquí viene el lío, ¿no? Por cierto, dado la supersensibilidad de sus pituitarias para olfatear los aromas del pecado, ¿no le exhala el texto bíblico un profundo tufillo machista? El mismo que describe Usted en su receta de master chef: sólo trabaja el embutido ( chorizo, morcilla, butifarra), olvidándose del marisco (almeja, mejillón, “concha”). Despreocúpese buen hombre de si el personal busca cacho, adquiere lotes enteros o se trajina a medias y ocúpese de que TOD@S los niñ@s tengan un cacho de pan y una ración de carne o de pescado. El problema no es si algun@s cohabitan fuera de su ley canónica, sino que haya familias que habitan en la calle porque las han desahuciado, que el mal no campa en este mundo porque los in-fieles se  salten la moral católica, sino porque existen seres humanos en tales condiciones de vida que se ven obligados a saltar las vallas de Melilla, que el pecado no está en el disfrute de la carne, sino en el dolor de quienes sufren en sus carnes la pobreza y desigualdad, que el desatino no está en el “lío” sino en la soledad y el abandono de los dependientes y ancianos desamparados por la insolidaridad de los ricos y la corrupción de los gobernantes. Aquí es donde está el cacho y la mordida obscena.

– «El ‘lío’ es como la comida basura: uno reconoce que no es buena para la salud, pero está rica, es barata y casi siempre apetece».
¿Desde cuándo el sexo no es bueno para la salud? Estimula el ritmo cardíaco, favorece el riego sanguíneo, reduce los niveles de estrés, quema azúcares, baja los índices de colesterol…Lo que jamás he sentido es que estos efectos saludables están ligados exclusivamente al supuesto de matrimonio católico. Coincidimos monseñor en que es una receta rica, rica, rica… y “que casi siempre apetece (¡qué picarón monseñor!). Lo que no entiendo bien es lo de barato. Este apelativo se aplica siempre por comparación con el precio de otro objeto o servicio. ¿No me estará diciendo que abaratar costes es pecaminoso o que estas prácticas son más mortales, (agravante de tacañería) que los servicios “de pago”. Para publicista no tiene precio.

– «Es muy distinto el placer que se obtiene de una relación sexual sin amor del de otra relación en la que amor es lo que se quiere comunicar. Es como el jamón de jabugo o jamón de paleta cocida. Se llama jamón pero no es lo mismo”.
Tengo dudas si estoy respondiendo al obispo de Donostia o al inefable Arguiñano. Por la rotundidez de sus afirmaciones algún malicioso podría pensar (¡lejos de mí!) que se dedica o es aficionado a este tipo de catas. No me atrevería yo a determinar el nivel, la intensidad y el volumen  del placer en los diferentes supuestos sexuales. Ciertamente las relaciones aliñadas con amor cuentan con un ingrediente potenciador y enriquecedor. Pero ¿admite su catecismo que siempre que haya este “aditivo” se puede degustar jamón de Jabugo o es un producto exclusivo de la vicaría? ¿Garantiza el registro parroquial que SU jamón es siempre pata negra de bellota? ¿Quien no pueda acceder a este producto exquisito, debe estar condenado a no probar jamón de Teruel (¡que también existe!) o al menos, dada la crisis que nos cruje, jamón de York corriente y moliente? Todos ellos se llaman y SON jamón, aunque etiqueten diferentemente. No intenten imponer su parada en monopolio y dejen que en el mercado se abran self services donde cada cual, según sus gustos, posibilidades o regímenes alimentarios, escoja su menú y lo disfrute. ¡Buen provecho!

– «Los actos homosexuales son intrínsecamente desordenados. No pueden recibir aprobación en ningún caso».
No sé a qué discípulo de Jesús de Nazaret sustituye Monseñor Munilla, pero sí sé que el Papa Bergoglio sucede a Simón Pedro, Piedra angular de la Iglesia. Creo entender que el  Ordinario de Domostia hace estas afirmaciones porque se siente insuflado por el Espíritu Santo. Pero tengo mis dudas de que la paloma divina se haya esmerado más intensamente sobre su cabeza que sobre la del Pontífice Romano que expresó humildemente: “quién soy yo para juzgar a nadie” ¿ Se equivocó la paloma o le fallan a su Excelencia los neurotrasmisores divinos y nos llega la traducción tergiversada?¿ De qué metafísica (supongo que será la escolástica) deduce el desorden intrínseco de la homosexualidad? Primero aclaremos el concepto de desordenado. Entiendo yo que se aplica a lo que no está estructurado, dispuesto u organizado conforme  a una escala o distribución preestablecida. ¿En base a qué razonamiento se puede defender que su escala de valores y su criterio de ubicación es el único válido, ni tan sólo el mejor? Por otra parte si el amor es la vitola que  certifica la legitimidad y categoría del placer sexual ¿por qué se expide exclusivamente a un tipo de distribuidores y consumidores? Supongo que en buena lógica clerical la legalidad de las prácticas heterosexuales queda reducida también  a la variante “misionero” siendo anatematizado cualquier otro numerito. Es aceptable y respetable que establezca en el ordenamiento circulatorio de su particular urbe, que esa vía es de dirección prohibida, pero es intolerable que pretenda imponer a los que habitamos en el extrarradio su código de circulación.

– «La masturbación es una especie de violencia sobre el cuerpo, porque pretende arrancarle el placer, sin vivir a cambio la verdad del amor que le da sentido».
Por lo visto muchas (yo diría demasiadas) cabezas mitradas siguen pensando que el cuerpo es un miembro de la persona: según esta concepción tenemos cuerpo, pero no somos cuerpo. Somos un ente espiritual, a veces tan diabólico y depredador, que es capaz de abalanzarse  sobre su propio cuerpo para arrancarle un placer desconocido y no deseado por el susodicho. El cuerpo, Sr. Prelado, forma parte de nuestra identidad personal y cuando alguien se masturba es porque se lo pide el cuerpo. No se trata de una autoviolación sino de una autosatisfacción, seguramente porque no tiene opciones disponibles de heterosatisfacción. Dicen que  el amor comienza por uno mismo. Igual el axioma es válido y el “placer solitario” queda convalidado porque es un signo de amor…consigo mismo.

– «Masturbarse introduce un patrón de comportamiento, una vivencia repetida que se convierte en el modo habitual en el que uno entiende la sexualidad. Una vivencia mecanizada, automática, rápida y despersonalizada».
Dale que te pego. Redúzcase, buen pastor, a decirles a sus ovejas y carneros que la masturbación no es un patrón de comportamiento como Dios manda y que el que lo practique se va al infierno si no media una confesión antes del tránsito. Las ovejas descarriadas ya sabemos que estos manejos pueden llevarte a la ceguera o al desecamiento de la médula espinal. Pero si queremos arriesgar por un quítame allá esas pajas…no nos incordie ni nos trate de robots mecanizados o seres despersonalizados.  Eso de la “vivencia repetida que se convierte en el modo habitual” ¿se lo han contado en el confesonario o lo ha detectado en sus círculos próximos? Yo más bien me inclino por la teoría de que “a falta de pan, buenas son tortas” Tal vez es porque tengo la tendencia a ser comprensivo y tolerante. Lo confieso humildemente: topo mucho con la iglesia (jerárquica, claro). Por otra parte (y entrando en detalles), me parece que desconoce (esto le honra por coherencia y ética profesional) cómo funciona el asunto. La cosa no es tan mecánica como usted describe: conviene  ponerle también una buena dosis de imaginación.  No hay tanto automatismo como puede parecer visto así por encima: tiene sus biorritmos, frenazos y acelerones e incluso a veces se te cala el coche. Lo de la rapidez, todo depende de la precocidad de la eyaculación o del nivel del calentón (porque hay que pensar en tod@s) y de la dosificación de fuerzas para alargar la carrera. Termino con metafísica orteguiana: “yo soy yo y mis circunstancias”. Lástima que el color de su cristal sólo le filtra un mundo en blanco y negro cuando la realidad es variopinta y multicolor (verde , roja, lila, arcoiris…)

– «Las mujeres, a consecuencia de la ‘revolución sexual’, reproducen modelos de comportamiento masculino, también entran en este desorden con cierta frecuencia”.
Faltaba el toque misógino. Esto es peor que Sodoma y Gomorra. Al menos antes la mitad de la humanidad era “sumisa” y desterraba el placer de sus vidas en aras de la maternidad y de un amor conyugal dispuesto a aceptar el ninguneo, la anulación y la falta de respeto y consideración. Ahora también las mujeres quieren disfrutar, exigen su cuota de satisfacción, reivindican el derecho a tener los hijos que ellas juzguen oportunos retirándole a Dios el poder de decidir el tamaño familiar, prefieren desvestir pecadores a vestir santos, no les importa vivir en el desorden total: tienen hijos en soltería o amancebamiento, recurren a métodos artificiales de fecundación, se someten a abortos, se lo montan cuando quieren y como quieren al grito de “mi cuerpo es mío”. ¿Y qué pasa con el castigo bíblico? ¿También Dios se está volviendo blando? Hable con Él, monseñor, y dígale que se ponga las pilas porque esto amenaza quiebra. Si un día apareció en la zarza del Sinaí, ruéguele que vuelva a manifestarse en alguna combustión llamativa en el Monte Igueldo o en el Cerro de los Ángeles.

– “Se equivoca Pablo Iglesias en su análisis porque eso que él dice que su generación prefiere, follar, forma parte de la estrategia del poder para seguir sometiéndonos”.
Para ser un ungido de Dios se ha  pasado tres rediles. Nunca me hubiera imaginado un aggiornamento tal que permitiera a un obispo pronunciar la palabra “follar”. Felicidades monseñor por abandonar el casco urbano de los pijos y trasladarse a zonas barriobajeras. Pero vamos al meollo del asunto. Condena Vd. al líder de Podemos por favorecer una “estrategia de poder para seguir sometiéndonos”. Su mensaje profético es un tanto tardío. La iglesia española llevó bajo palio a un dictador asesino sin escrúpulos y nunca denunció abuso de poder ni reclamó que los muertos republicanos descansasen también en paz. Le levanta sarpullido la constatación de Pablo Iglesias, pero le reconforta que Bárcenas oiga devotamente misa en la cárcel, que Federico Trillo (católico ultramontano del Opus) juegue alevosa, nocturnal y premeditadamente al tocomocho con los muertos de Yacolet, que el Ministro Fernández con una mano pase las cuentas del rosario y con la otra nos levante concertinas o distribuya mordazas. ¿Por qué no denuncian a los medios de comunicación públicos que faltan a la verdad, que son la voz de su amo, que distraen al personal para que deje el capote y mire al tendido? Por qué no claman contra los medios privados que anteponen sus intereses a la verdad, que difunden desvergonzadamente informaciones distorsionadas o falsas, medias verdades que inducen al engaño, que vierten opiniones que promueven y espolean los más bajos instintos (odio, rencor, violencia, desprecio…) ¿Es la COPE un ejemplo de imparcialidad, la voz de los sin voz, de los desheredados, de los que padecen persecución, o es  el púlpito de la Conferencia Episcopal desde donde se quiere imponer una concreta ideología religiosa sobre el total de la ciudadanía (primacía del derecho canónico sobre el derecho civil), donde se reclama que los privilegios son derechos adquiridos, donde la laicidad del estado se vende como persecución? Por qué follar es una enajenación e ir a misa es un acto de rebeldía, por qué entregarse al ritual erótico crea sometimiento y la liturgia católica es revolucionaria, por qué besar el manto de la Virgen o la reliquia de un santo, despierta la conciencia ciudadana, y entregarse al peting embota el espíritu?.

«No es habitual encontrar a un joven que te presente a su novia o a una chica que te presente a su novio. Cuando ocurre, compruebas que están insertados en algún grupo de experiencia cristiana o que pertenecen a familias de hondas raíces cristianas».
Cuando hace estas afirmaciones supongo que ha hecho un trabajo de campo. ¿No será que sus comprobaciones se limitan a la puerta de la iglesia después de la misa dominical, a las canonjías, sacristías, catequesis varias, zonas Opus, concentraciones papales de la juventud o manis de la Familia Cristiana? Pásese por las terrazas, entre en las discotecas, vaya a algún que otro concierto, pise la calle y verá que afortunadamente hay de todo: novios  con y sin anillo de compromiso, con y sin celos, parejas de hecho y de derecho, amigos con opción a roce, colegas, “enrollaos”, ¡y hasta divorciados y casados felizmente!…¿Por qué pretenden poseer la exclusiva en la expedición de patentes de felicidad? Promocionen su marca , pero no denigren ni criminalicen a la competencia. Hace su reverencia una velada apología del noviazgo, supongo que como antesala o banco de prueba que garantice la indisolubilidad del matrimonio. Pero las condiciones que la iglesia impone al experimento es de laboratorio o invernadero: no pueden cohabitar experimentando todas las miserias y grandezas del día a día, les está prohibido practicar sexo distorsionando así el valor del mismo en  la convivencia cotidiana y en el desarrollo del amor. ¡Cuántas frustraciones, amarguras y tragedias han provocado las noches de bodas canónicas! De todos modos la iglesia, como comprensiva madre amantísima, ha abierto por la parte de atrás una puertecita controlada por la Rota para que cuele selectivamente alguna que otra anulación. Que no cunda el pánico ni se creen esperanzas infundadas: las actas notariales tienen sus tarifas, la búsqueda y captura de argucias jurídicas cuestan lo suyo, es cara la investigación para descubrir defectos de forma, los informes sicológicos y psiquiátricos tienen que dar de comer a los profesionales del ramo. En fin que todos son gastos y más de un@ tiene que renunciar a volver al altar en segunda convocatoria frustrándose su ilusión de una segunda oportunidad  vestid@ de blanco y esmoking bajo la cúpula de una catedral entre los sones del órgano. Perdónenme la burrada: no está hecha la miel para la boca del asno.

– «La gran mayoría de los cursos de educación afectivo-sexual que se imparten en la enseñanza pública son abiertamente antinaturales por haber asumido la ideología de género».
Sus afirmaciones rayan en el esperpento. Parece ser que no se ha enterado que el Papa Francisco es partidario del estado laico, lo que implica que la enseñanza pública ha de ser neutra, plural y respetuosa con todas las opciones e interpretaciones. El sexo para el común de los humanos es un medio reproductivo, un lenguaje afectivo y un instrumento de placer. No veo por ninguna parte nada antinatural. Como todas las realidades humanas la práctica sexual tiene sus pros y sus contras, sus posibilidades y sus riesgos. Cada cual es libre de darle el sentido que quiera y colocarlo en el puesto que juzgue oportuno dentro de su escala de valores y practicarlo en la forma y manera que le apetezca. Sólo hay un límite: el respeto y la libertad del otr@. La Iglesia Católica añade otras líneas rojas. Totalmente respetable. Lo que no es respetable es que pretendan que SUS marcas sean las que delimiten el campo de juego de todos, estén o no inscritos en su liga. Se desprende de su invectiva que la jerarquía católica no podía soportar la asignatura de Educación para la Ciudadanía que se proponía formar e informar de la sexualidad sin prejuicios ni códigos morales. Lo que me parece ya un despropósito es que una institución que practica y promueve la separación de sexos en la escolarización, que excluye a las mujeres del sacerdocio, que publicita “Cásate y sé sumisa” nos hable de “ideología de género”.

– «Que la pornografía sea tan accesible con las nuevas tecnologías hace que se distorsione de forma muy notable la visión real de la sexualidad en la mente de un adolescente».
Alguna cosa me parece aprovechable. Cierto es a  mi entender que la pornografía  puede distorsionar “de forma muy notable la visión real de la sexualidad”. Pero no más que otras interferencias propias de esta sociedad consumista. Nos gustaría ver que el episcopado se manifestara reiteradamente preocupado por la distorsión que puede producir en los adolescentes la difusión de las violencias (físicas, morales, sexuales, políticas), la apología de la xenofobia, del racismo y del machismo, la filosofía del amiguismo, del enchufe y el clientelismo, la permisividad y comprensión con la corrupción, la doble moral y el fariseísmo, el cultivo del dogmatismo, la intolerancia y la supremacía ideológica y moral, el adoctrinamiento en el consumismo como esencia y eje vertebrador de la felicidad, la intoxicación con recetas de culto a la imagen, de sobredosis de egoísmo y egocentrismo, la aplicación de  tratamientos neoliberales para adelgazar los derechos de los trabajadores y las clases populares, el dopaje con pasotismo (esa no es mi cuerda, no me rayes, yo voy a mi bola y punto), la infiltración de la soledad, de  la insolidaridad y de la eliminación del contacto humano bajo la etiqueta de la modernidad de las nuevas tecnologías (mundo virtual, redes sociales made in Internet, play station y similares, móviles multiuso…) la confusión de la personalidad con el personalismo y el dominio( machista, económico, laboral, social…). En cuanto a la pornografía atáquense los comportamientos degradatorios que habitualmente se exhiben en estas publicaciones o filmaciones: dominio machista, prácticas vejatorias, sumisión y servidumbre de la mujer concebida como máquina de placer para el varón…Y ya de paso por qué no critican que estos productos tan “tóxicos” tengan un IVA mucho más bajo que el cine, los libros  o los medicamentos? Habiendo tanto filing no estaría de más que platicaran con los democristianos para que desincentivaran este consumo.

– «La castidad es buena para nosotros; más aún, no sólo es buena sino que es bella y atrayente».
Ya en la escuela de mi pueblo me enseñaron que el periplo de todo ser viviente es “nacer, crecer, reproducirse y morir. Decir que , en general, es bueno eliminar uno de los eslabones del ciclo vital, es mucho decir. Nada más y nada menos nos jugamos la supervivencia de la especie. Por eso la naturaleza (supongo que para usted la culpa es divina) ha investido de sumo placer el acto reproductivo. Y el homo sapiens, gracias a su desarrollo cerebral, ha sido capaz de ampliar el sentido de la liturgia reproductiva y  controlar el proceso, el significado y la utilidad de estos quehaceres. Ya antes se ha expuesto los beneficios que aporta la práctica del sexo, así que no voy a seguir abundando en el tema. En cuanto a la belleza. qué quiere que le diga. Supongo que su excelencia sigue anclada en aquella mentalidad de hace más de cincuenta años que calificaba cualquier acto desajustado con el sexto mandamiento, como “hacer cosas feas”¿No le parece talibanesco afirmar que la erótica viola los cánones de la estética? . Es de común aceptación el dicho de que sobre gustos no hay nada escrito. Si a sus ojos un cuerpo es más bello por ser casto, si encuentra más admirable una persona por no conocer varón/mujer, allá usted con su catálogo. Lo malo es que esta ideología, a mi entender castrante, produce fenómenos injustos y distorsionantes. Por ejemplo: la iglesia elevó a los altares a Teresa de Calcuta con gran pompa y despliegue mediático, mientras no se dignó enviar un representante a los humildes funerales del P. Ferrer. ¿No fueron similares sus obras en la India? SÏ, pero el padre Ferrer colgó los hábitos (no renegó de su fe) y se acostó con mujer, y eso se paga. Lo de “atrayente” no parece una afirmación contrastada con la realidad: la falta de vocaciones es alarmante, el número de sacerdotes casados no ha dejado de desangrar la clerecía… Yo me lo haría mirar. Para que no se me tache de anticlerical, quiero dejar claro que respeto enormemente a quien opta por el celibato en su proyecto vital o escoge recorrer el camino en plan “single”. La felicidad cada cual tiene derecho a fabricarla a su manera y cada uno ha de poder tejer  sus sueños con las hebras que la vida le ofrece. Dejemos a cada uno con su cadaunada, pero no repartamos cánones de belleza.

– «Una de las estrategias de la ideología de género es la de hacernos creer que la castidad no es posible entre los jóvenes».
A ver si se nos va a hacer de PODEMOS. Estoy con usted: “sí se puede”, pero coincidirá conmigo que de fácil no tiene nada. La hormona es la hormona, en el hombre y en la mujer, que en esto también “tanto monta, monta tanto”. Lo que no entiendo es qué tiene que ver en este asunto la dichosa “ideología de género”. Su teología sí que tiene ribetes de esa textura: la misoginia se muestra desde el primer capítulo bíblico, la poligamia es tolerada en todo el Antiguo Testamento, las cartas de San Pablo dicen lo que dicen y la práctica eclesial excluye a la mujer de las funciones sacerdotales. El meollo de la cuestión no es si se puede o no ser casto, sino en por qué se tiene que ser casto. Privarte porque sí, porque Dios lo manda (¿hay garantía de que es Él quien lo manda?¿y por qué lo manda?).Me da la impresión de que la juventud no encuentra suficiente ni estimulante el puro decreto divino. Por otra parte el sexto mandamiento (tal y como su magisterio lo interpreta) nos revela un Dios un tanto sádico: inserta en el ser humano el deseo sexual y después lo prohíbe o lo restringe.

– «Hemos actualizado el pan y circo por el sexo y fútbol».
Comencemos por el punto de arranque: No me queda claro (¿o tal vez sí?) si el obispo condena la sociedad de pan y circo o tan sólo se limita a lamentar el cambio. ¿Es decente un poder que  a sus súbditos (no ciudadanos, claro) tan sólo les proporciona pan (lo imprescindible para sobrevivir produciendo) y para torearles el hambre les suministra espectáculo?¿ Se atrevería a decirle a alguien que va a matar su hambre al comedor social, a alguien que busca desesperadamente su pequeño lote en cáritas, que es un degenerado porque siendo pobre de solemnidad se solaza con el sexo? Supongo que como clérigo sabe lo que son las témporas y dado que pontifica sobre el sexo por aproximación intuye lo que es el culo. Pues pan y sexo tienen aún menos coincidencias. Hágaselo mirar. Seguramente desde su palacio episcopal es difícil comprender que el placer del sexo es la única satisfacción que muchos conciudadanos se pueden permitir. ¿También eso se lo quiere tasar su eminencia reverendísima? Con lo del fútbol podríamos hacer una transacional.

– «Tanto el lujo como la lujuria son una torcedura, una desviación del recto camino que conduce a la felicidad del ser humano».
Comencemos por el lujo. ¿Se lo ha comentado a Monseñor Rouco Varela que se negaba a salir de su palacio y a regañadientes ha aceptado malvivir en su “pisito” de 359 metros cuadrados tasado en 1,2 millones de euros? Por cierto no paga ni un euro de IBI (privilegio de concordato con la Santa Sede) cuando al resto de ciudadanos nos costaría unos 4.000 euros. ¿La fraudulenta adquisición de la Mezquita-Catedral de Córdoba por 30 euros no es un “lujo”? ¿No le parece una “desviación del recto camino” que la cuota obligatoria de 8 € para entrar al monumento la camuflen de “donación” para eludir el IVA? ¿ El despilfarro de la visita del Papa a Valencia no cree que llevó gran felicidad a más de uno? ¡Ay la lujuria! ¿Le ha preguntado al buen Dios por qué puso tanto placer en estos quehaceres que iban a llevar la humanidad a la desgracia? Por lo leído en el Génesis parece que la reproducción humana sin alicientes no iban por buen camino por más desnudos que andaban, libres de miradas indiscretas, con todo el día para holgar por lugares paradisíacos. Pero quiero entender por sus apreciaciones episcopales que a Yahvé Dios se le fue la mano en la promo .Dicen que el Altísimo sabe escribir recto con líneas torcidas, pero incentivar y penalizar una misma conducta pone en entredicho la sabiduría y bondad infinitas del Creador (perdonen la reiteración).

Me temo que dada la obsesión de la madurita Conferencia Episcopal Española no será ésta la última metedura de pata y volverán a la carga. Hasta la próxima.